martes, 12 de octubre de 2010

SISTEMA OSEO



El número total de huesos que posee un determinado animal varía con su edad porque muchos huesos se fusionan entre sí durante el proceso de osificación.
El número de estructuras esqueléticas diferentes en una persona  es de 208 huesos cuyos tamaños oscilan desde el fémur (el hueso más largo del esqueleto) a los diminutos huesos del interior del oído (donde se halla el hueso más pequeño del esqueleto, que es el estribo en el oído medio).
Como vemos, hay varios tipos de huesos:

Largos, como los del brazo o la pierna
Cortos, como los de la muñeca o las vértebras
Planos, como los de la cabeza.




El cuerpo humano es una maravillosa y compleja estructura formada por varios sistemas funcionales, sostenidos o protegidos por una armazón dura compuesta de más de doscientos huesos, un centenar de articulaciones y más de 650 músculos, todo actuando coordinadamente. Gracias a la colaboración entre huesos y músculos, el cuerpo humano mantiene su postura, puede desplazarse y realizar múltiples acciones.
El conjunto de huesos y cartílagos forma el Esqueleto.





El hueso es un tejido sorprendente, ya que combina células vivas (osteocitos) y materiales inertes (sales de calcio). De esta unión, surge la fuerza, pero también la ligereza y la resistencia de los huesos. Los huesos se están renovando constantemente.
División del Sistema Óseo
Para hacer más comprensible el estudio del cuerpo humano, éste se ha dividido en: Cabeza, Tronco y Extremidades.
En el cuerpo humano existen 208 huesos:
26 en la columna vertebral
8 en el cráneo
14 en la cara
8 en el oído
1 hueso Hioides
25 en el tórax
64 en los miembros superiores
62 en los miembros inferiores
Huesos de la cabeza
La cabeza se une a la parte superior de la columna vertebral. Los huesos del cráneo son anchos curvos. Forman una fuerte bóveda que protege al cerebro.
La cabeza esta constituida por el cráneo y la cara. Es una sucesión compleja de huesos que protegen el encéfalo y a otros órganos del sistema nervioso central. También da protección a los órganos de los sentidos, a excepción del tacto que se encuentra repartido por toda la superficie de la piel.
Los huesos del cráneo son 8 y forman una caja resistente para proteger el cerebro.
Los huesos de la cara son 14. Entre ellos los más importantes son los maxilares (superior e inferior) que se utilizan en la masticación.



Huesos del Tronco
A la cabeza le sigue el tórax. Éste está formado por veinticuatro costillas.
Las costillas se unen todas por detrás a la columna vertebral. Por delante, se unen al esternón solamente veinte de ellas, mediante un tejido especial que es más blando que los huesos y que recibe el nombre de cartílago. Unidas de esta manera, las costillas forman una jaula protectora para el corazón y los pulmones.
En la parte superior del tórax, a ambos lados, se encuentran las clavículas por delante y los omóplatos por detrás.
Las clavículas se unen a la parte de arriba del esternón por uno de sus extremos.  Sus otros extremos se unen a los omóplatos, formando los hombros, donde nacen los brazos.
La clavícula y el omóplato, que sirven para el apoyo de las extremidades superiores.
Las costillas protegen a los pulmones, formando la caja torácica.





Columna vertebral

 La columna vertebral es el eje del esqueleto, es un pilar recio, pero flexible.  Todos los huesos están unidos a ella directa o indirectamente.  La columna vertebral está formada por huesos pequeños, que reciben el nombre de vértebras.
En el ser humano la columna vertebral está constituida por 33 vértebras, que son, según su número y localización:
7 cervicales (la 1ª llamada Atlas y la 2ª Axis)
12 dorsales o torácicas
5 lumbares
5 sacras (sin articulación entre ellas pues están fundidas y componen el hueso llamado Sacro)
4 coccígeas (sin articulación entre ellas pues están fundidas y componen el hueso llamado cóccix. Tampoco existe articulación entre el sacro y el cóccix; según teorías evolutivas sería la reminiscencia del rabo o cola correspondiente a otras especies animales).
Esta distribución siempre es así, salvo en las anomalías denominadas lumbarización y sacralización.
Las vértebras están perforadas en el centro, y todas juntas forman un canal protector, donde se aloja la médula espinal, que forma parte del sistema nervioso.
Los huesos de las extremidades son largos.  Son órganos de sostén.

TEJIDOS


Sangre. Es una forma especializada de tejido conectivo, consta de elementos formes y plasma sanguíneo. La sangre es un tejido circulante que integra una región del cuerpo a otra. Durante toda la vida está en circulación continua a través de los vasos sanguíneos, por la acción de bombeo del corazón. De esta manera. Actúa como un medio de transporte que lleva a las células las sustancias esenciales para sus procesos vitales y que recoge de ellas los desechos del metabolismo.
Epitelio Plano Simple. Este está compuesto por una hilera de células, las cuales son más anchas que altas. Este epitelio lo encontramos en el peritoneo parietal, peritoneo visceral, pleuras, cápsula de Bowman (riñones), en las estructuras vasculares sanguíneas y nerviosas, pericardio, oído interno y medio, así como también en la mucosa oral. Aquí observamos este tipo de tejido en la cápsula de Bowman en los riñones. El riñón tiene forma de frijol, mide alrededor de 10 a 12 cm de largo, 5 cm de ancho y de 4-5 cm de grueso. Este se encuentra en la parte posterior del abdomen, uno a cada lado de las vértebras lumbares superiores. Cada uno está envuelto por una delgada cápsula de tejido fribroconectivo que se puede separar con facilidad del parénquima subyacente, lo que indica que no hay tabiques en este órgano. Los conductos colectores son los túbulos uriníferos, que llevan la orina a las cálices menores de la pelvis renal.
El tejido nervioso, desde el punto de vista funcional lo podemos clasificar:
  1. Tejido Nervioso sensitivo (eferente). Tiene la característica de que los estímulos son recibidos y transmitidos al sistema nervioso central para dar una respuesta.
  2. Tejido Nervioso Motor (aferente). Envía la respuesta elaborada en el SNC hacia el órgano efector. Lo clasificamos en:
Autónomo, la respuesta elaborada llega a través de un filete nervioso hacia un ganglio periférico, posteriormente a través de otro filete llega hasta el órgano efector. Como es el corazón.
Somática, la respuesta llega directamente hacia el órgano efector. Como el músculo esquelético, permite los movimientos voluntarios.

TEJIDO MUSCULAR

Estos tejidos que se contraen y se relajan comprenden los músculos estriados, lisos y músculos cardiacos. El músculo estriado, también llamado músculo esquelético o voluntario, incluye al músculo activado por el sistema nervioso somático o voluntario. Las células del músculo estriado, unidas unas con otras, carecen de pared celular y tienen numerosos núcleos y presentan estrías transversales. El músculo liso o involuntario que se activa por el sistema nervioso autónomo se encuentra en distintos órganos y sus células se agrupan formando túnicas o haces musculares. El músculo cardiaco, que tiene características tanto del liso como del estriado, está constituido por una gran red de células entrelazadas y vainas musculares.